Hay gente que pasa toda su existencia complaciendo a otros, pero, si importar el empeño que le pongan a eso, paradójicamente concitan la misma atención que un mosquito en una pared dentro de un cuarto lleno de gente. ¿Por qué?
Como todo lo relacionado al comportamiento humano, no hay respuesta fácil. En la mayoría de los casos son personas que nunca se han dado el valor que merecen porque han sido víctimas de bullying, relajos tontos y situaciones afines que nunca recibieron la debida atención.
Sobre todo la gente que se diferencia del resto, ya sea por su forma de pensar, su aspecto físico o cualquier otra característica sobresaliente, termina con esa condición de invisible cuando no sabe canalizar correctamente aquello que les hace especial.
Tristemente la mayoría de la gente que pasa por estas adversidades toma el camino "fácil" de sentirse mal y hasta de hacerse la víctima. Lo inteligente es seguir adelante y mandar al carajo todos esos prejuicios y gente estúpida que en algún momento hicieron la vida imposible. Si. Esto es lo inteligente, pero no es tan fácil. Requiere determinación y hasta pasión llegar a ese punto. Alguna gente comprende esto desde el primer momento, a otros les toma años. La buena noticia es que nunca es tarde.
Ser invisible no es agradable, pero da una buena idea de quienes son los verdaderos amigos, quienes son las personas incondicionales que siempre están ahí para dar apoyo moral y ánimos. Para mucha gente esto se reduce a su familia inmediata, otros tienen la dicha de contar en sus vidas con perfectos extraños que vieron un potencial que nadie más vio. Amigos así han de ser valorados por siempre, sobre todo cuando ni los padres ni los maestros prestan la debida atención al asunto de la invisibilidad.
Es probable que mucha más gente de lo pensado se sienta identificada a un nivel con este artículo, y la razón es simple: los relajos, el bullying y el rechazo han existido siempre, pero a la vez son cada vez más comunes, con un componente de crueldad que en ocasiones mete miedo. Los que hacen a otro sentirse invisible son personas comunes y corrientes con miedos y debilidades como cualquier otro mortal. Aunque obvio, este dato es muchas veces olvidado por las víctimas, y eso da pie a los abusos. Seamos más inteligentes ante estas situaciones y orientemos debidamente a quienes aún están en la edad vulnerable a ser marcados por comportamientos que no pasan de ser una carajitada.
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