¿Nueva moda?

Hoy, a la hora de irme al trabajo, me topé con una desagradable sorpresa: se robaron los espejos de mi vehículo. A seguidas me entero de que a 3 vecinos más les pasó igual.

Para mi asombro, a todo aquel que he comentado lo del robo me cuenta una historia similar: si no a ellos, a algún familiar o amigo también le han robado los espejos en los últimos meses. Al parecer hay todo un negocio montado en torno al robo de espejos, algo aparentemente insignificante pero que es vital para el conductor.

Como siempre, quien comete el robo no se detiene a pensar en los sacrificios que hace el dueño del vehículo para tenerlo en buenas condiciones, ni mucho menos se interesa en los problemas que va a causar con su robo. Un espejo original puede llegar a costar 7 mil pesos, todo depende de la marca y el mecanismo. Para colmo, hay la posibilidad de que el repuesto no aparezca de inmediato.

¿Qué será lo próximo? ¿Robo de manubrios y parabrisas? Después de todo, ruedas, aros y radios se encuentran entre los objetos más comunes de robos. Aunque suene arcaico, los ladrones merecen un castigo severo, a ver si aprenden un poco a respetar lo ajeno.