El Foro Social Alternativo (FSA), organización responsable de convocar a huelga y que en realidad no sabemos que pinta, cantó victoria al definir de "exitosa" la jornada de protesta que inició ayer a las 6:00 a.m. y que finalizó hoy a las 6:00 a.m.
Como consecuencia de la huega de ayer, se han reportado 10 heridos y un muerto. Entre los heridos figuran tres jóvenes de Cienfuegos, Santiago, que llegaron destrozados al hospital José María Cabral y Báez tras estallarles la bomba casera que fabricaban para usar en las protestas. A esto se añade una considerable merma en actividades comerciales y en el flujo vehicular, pues a último minuto los transportistas públicos que manejan guaguas financiadas por el Estado a través del infame plan Renove decidieron apoyar el paro.
Si esto era lo que buscaba FSA con su tonta huelga, pues desde aquí van nuestras felicitaciones. Dieron el palo. Sin embargo, ¿qué hay con las demandas que provocaron el llamado a huelga en primer lugar? Hasta ahora no se ha visto cambio alguno en los aspectos que ellos señalan. Pero bien, FSA ha demostrado ser una entidad terca y absurda hasta lo último, siendo el colmo que condenaron el efectivo despliegue policial que evitó los desórdenes típicos de un paro nacional.
Nos preguntamos, ¿pretendían estos revoltosos que el Gobierno se quedara de brazos cruzados ante una jornada de desórdenes anunciada? Ya que FSA y los demás convocantes a huelga rechazaron ir a diálogo con el Gobierno porque no fueron formalmente invitados, pues no quedó de otra que garantizar paz y orden en el país.
Esta vez hubo 10 heridos, pero sin el plan de contingencia diseñado desde el Gobierno, no se sabe qué hubiese ocurrido. La presencia de gaurdias en cada esquina y de helicópteros sobrevolando puntos neurálgicos evitó males mayores a la ciudadanía, y en consencuencia a los organizadores del paro.
Epílogo: la falta de autobuses desde y hacia los puntos de trabajo provocó que muchos hombres y mujeres se devolvieran a sus casas, lo que hizo parecer que se apoyaba el llamado a huelga.
Como consecuencia de la huega de ayer, se han reportado 10 heridos y un muerto. Entre los heridos figuran tres jóvenes de Cienfuegos, Santiago, que llegaron destrozados al hospital José María Cabral y Báez tras estallarles la bomba casera que fabricaban para usar en las protestas. A esto se añade una considerable merma en actividades comerciales y en el flujo vehicular, pues a último minuto los transportistas públicos que manejan guaguas financiadas por el Estado a través del infame plan Renove decidieron apoyar el paro.
Si esto era lo que buscaba FSA con su tonta huelga, pues desde aquí van nuestras felicitaciones. Dieron el palo. Sin embargo, ¿qué hay con las demandas que provocaron el llamado a huelga en primer lugar? Hasta ahora no se ha visto cambio alguno en los aspectos que ellos señalan. Pero bien, FSA ha demostrado ser una entidad terca y absurda hasta lo último, siendo el colmo que condenaron el efectivo despliegue policial que evitó los desórdenes típicos de un paro nacional.
Nos preguntamos, ¿pretendían estos revoltosos que el Gobierno se quedara de brazos cruzados ante una jornada de desórdenes anunciada? Ya que FSA y los demás convocantes a huelga rechazaron ir a diálogo con el Gobierno porque no fueron formalmente invitados, pues no quedó de otra que garantizar paz y orden en el país.
Esta vez hubo 10 heridos, pero sin el plan de contingencia diseñado desde el Gobierno, no se sabe qué hubiese ocurrido. La presencia de gaurdias en cada esquina y de helicópteros sobrevolando puntos neurálgicos evitó males mayores a la ciudadanía, y en consencuencia a los organizadores del paro.
Epílogo: la falta de autobuses desde y hacia los puntos de trabajo provocó que muchos hombres y mujeres se devolvieran a sus casas, lo que hizo parecer que se apoyaba el llamado a huelga.
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