Foto: Chris Jordam |
Para algunas personas los temas de contaminación, preservación del medioambiente, ecología y cambio climático representan en conjunto una molestia, una traba al progreso.
El caso lo vemos a diario y actualmente está en el tapete con Bahía de Las Aguilas y el derecho que tiene el Sur a desarrollarse, algo que no se pone en entredicho. Anteriormente lo hemos visto con Loma Miranda, Barrick Gold y Los Haitises. Pero bien, el punto de esta entrada no es si conviene o no explotar estos recursos, sino hacer ver que la preocupación medioambiental es real y que la alternativa del reciclaje es una que debe ser tomada en serio.
Desde los 90s se habla acerca de la preservación del medioambiente y se presentan evidencias de como la humanidad poco a poco está acabando con el planeta y sus recursos. Derrames de petróleo en oceanos, áreas naturales destruidas por la ambición de dinero, basura que llega a océanos en medio de la nada, vida marina en peligro, desplazamientos humanos por efecto de fenómenos naturales, especies en lista de extinción... la lista de temas asociados es larga, y cada día parece crecer más.
Junto con imágenes de aves marinas cubiertas en petróleo y litorales repletos de basura se ha acusado a los plásticos de ser uno de los pricipales contaminantes, aún cuando se han desarrollado alternativas biodegradables.
Hay quienes defienden el plástico al decir que este ayuda a salvar vidas, reduce costos y es sin duda uno de los materiales más versátiles que hay. El problema no es el plástico en sí, sino la forma en que la humanidad lo usa y lo desecha. En países como República Dominicana, donde hay poca o nula conciencia sobre el tema, la gente tiende a botar su basura donde quiera y como sea. La idea de reciclaje es prácticamente desconocida y los zafacones a menudo cumplen una función decorativa.
¿Qué tan grave es el la contaminación por plásticos? Bill Henry, de la Universidad de California en Santa Cruz, dice que el problema va más allá de lo visual, y justamente esto trata de captar Midway, una película-documental de Chris Jordan que explora la realidad de las Islas Midway, ubicadas en el Pacífico norte, a más de 2,000 kilómetros del continente más cercano.
A las Islas Midway, un lugar ubicado en medio de la nada, llegan toneladas de basura de todo el mundo, la mayoría plásticos, que terminan ensuciando el litoral y matando a las aves que habitan allí, albatros.
Es una pena ver como un lugar tan bonito queda arruinado por el uso indiscriminado que hace la humanidad de todas sus cosas, y más pena da ver como las aves van muriendo lentamente por efecto del consumo de plásticos, que no se desintegran en su sistema. En efecto, es bastante dramático ver como los contenidos quedan intactos, provocando un bloqueo que termina matándolas.
Si alguien alguna vez ha puesto en duda que estamos realmente matando al planeta, Midway da la oportunidad de reflexionar.
Very interesting - a great reminder to be green...thank you!
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