Contaminación en Pekín, China (Reuters/Daily Mail) |
Contaminación ambiental, cambio climático, calidad del aire, calidad de las aguas, fenómenos naturales más agresivos, vida marina amenazada, aves amenazadas... Estos son solo algunos de los temas relacionados al amplio campo de la ecología y la conservación del medio ambiente.
Aún cuando hay evidencia de sobra de que estamos viviendo en un mundo muy contaminado, con fuentes acuíferas en mal estado y un aire saturado de humo, smog, dióxido de carbono y demás, es mucha la gente que ignora el tema y que insiste en decir que se trata de un invento. Son estas mismas personas las que talan árboles indiscriminadamente, ya sea porque le reducen la visibilidad o porque invitan aves que ensucian el entorno, y son también las que andan en vehículos destartalados con problemas serios de emisiones tóxicas.
En República Dominicana, al igual que en el resto del mundo, la contaminación es una realidad. Basta salir a la calle en Santo Domingo y respirar el aire para darse cuenta de que en efecto estamos en una ciudad muy contaminada. Esta realidad se refleja no solo en infraestructuras viales sucias sino en la alta incidencia de enfermedades respiratorias que se registran a diario en hospitales y clínicas.
Si bien no hay dudas de que Santo Domingo tiene un problema de contaminación, hay ciudades donde el asunto es mucho peor. En México, D.F., la situación era tan grave que en 1992 hubo apenas 8 días en el año donde el aire era medianamente saludable. Con una serie de medidas tomadas por el lado del tráfico la situación fue mejorando y para 2011 ya se contaban más de 200 días con aire aceptable. China, con el explosivo crecimiento que ha tenido, tiene quizás el caso más extremo de contaminación del aire.
¿Qué tan mala es la situación en China? Lo suficiente como para que un empresario nativo de allí, Chen Guangbiao, haya decidido comercializar aire enlatado, recolectado y envasado directamente en lugares prístinos del país a donde aún no ha llegado esa contaminación.
Chen Guangbiao muestra sus latas de aire (Daily Mail) |
Cada lata de aire, similar a las de soda, se vende al módico precio de 5 yuanes, equivalentes a 80 centavos de dólar. Siendo el caso que se trata de aire enlatado y que se supone que se desvanecerá una vez se abra la lata, Chen admite que lejos de buscar ganar dinero lo que quiere es crear conciencia entre ciudadanos y autoridades respecto al grave problema que enfrentan las principales ciudades chinas en términos de contaminación. En efecto, hubo un día que precisamente con ese objetivo regaló latas a quienes pasaban por el centro financiero de Beijing.
Beijing, la capital, tiene una pésima calidad del aire, que se mide en PM 2.5 (partículas en suspensión en el aire en un diámetro de 2.5 micrómetros). La Organización Mundial de la Salud recomienda que esta medida no pase de 200. En el caso de Beijing suele estar en 500, alcanzando un récord el pasado 12 de enero, cuando llegó a 755. Estas partículas se van directamente a los pulmones, causando daños respiratorios y hasta cardíacos, motivo por el cual es común ver a la gente en China usando máscaras en la cara.
¿Y cómo le ha ido a Chen con el negocio del aire enlatado? Según declaraciones a Reuters, en apenas 10 días a finales de enero vendió 10 millones de latas, lo que significa que la gente está realmente desesperada.
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