Manejar en esta ciudad es imposible

Foto: periódico Hoy

De seguro el título de esta entrada aplica a cualquier ciudad donde se armen tapones con frecuencia, lo cual ocurre en mayor o menor medida en todas partes del mundo. Sin embargo, esta entrada se refiere exclusivamente al caos de manejar en Santo Domingo, sobre todo cuando en horas pico de un día de pago.

Por motivos que pueden inferirse fácilmente, los días de pago hay una afluencia mucho mayor de vehículos en las calles. Algunos salen de compras, otros salen a pagar deudas, y así por el estilo. Pues bien, en una ciudad como Santo Domingo, donde las calles además de estrechas suelen tener carros parqueados a ambos lados, el caos resultante es una cosa increíble.

Siendo el caso que la gente vive quejándose de que la cosa está mala, que la gasolina no ha hecho más que subir y que en los últimos meses de 2012 se armó una cantaleta por la reforma fiscal y las consecuencias que ello traería a nivel de inflación y poder adquisitivo reducido, no se entiende como es que cada día hay más y más vehículos en las maltrechas calles de la ciudad.

Podrá alegarse que por muy mala que esté la cosa hay que resolver, hacer diligencias y hasta divertirse. De todas formas, da grima ver como a lo largo de los años se han hecho avenidas, pasos a desnivel, elevados y túneles y como quiera el tapón sigue igualito, si acaso peor. Algunas cosas que no ayudan:

Carros estacionados a ambos lados de las calles, inclusive en las esquinas y donde hay letreros de "No Estacione"

Carros de concho que se paran en cualquier sitio a dejar y/o recoger pasajeros, aún cuando haya letreros de "No Pasajeros"

Guaguas de transporte público que se van en rojo, que doblan en rojo y que hace mil diabluras por encima de otros vehículos

Conductores desesperados que creen tener un derecho superior de paso aún cuando esté el semáforo en rojo o no sea su turno en intersecciones donde no hay semáforo

Carros destartalados, generalmente de concho, que se dañan con frecuencia en calles, elevados, túneles y pasos a desnivel

Descarado irrespeto a las leyes de tránsito por parte de la mayoría de los conductores

Autoridades flojas que fallan en poner el orden y reaccionar ante las múltiples violaciones a la Ley de Tránsito que se ven a diario

Conductores que creen que se la están comiendo con su tigueraje cuando en realidad están creando un caos y provocando posibles accidentes

Conductores lentos que NUNCA reaccionan cuando el semáforo cambia a verde

Conductores incapaces de coger su carril y que por ende desperdician muchísimo espacio

Conductores imprudentes que cierran intersecciones por querer cruzar a la mala

Conductores que cogen calles en vía contraria a la brava y echando maldiciones a los que van como debe ser
Conductores desconsiderados que en plena vía se paran a comprar periódicos, cargadores de celulares, empanadas y cuanta chuchería se les antoje

Foto: Listín Diario

Hay muchas razones más, entre ellas que no haya un transporte público masivo decente que sustituya de manera definitiva los carros de concho y guaguas voladoras, la falta de parqueos en clínicas, oficinas gubernamentales, restaurantes y demás establecimientos comerciales y de servicios y, sobre todo, la falta de multas que duelan al infractor.

Todo lo mencionado anteriormente contribuye a que sea un verdadero infierno manejar en esta ciudad, donde después de todo somos dichosos porque la cantidad de accidentes reportados luce ser mínima en proporción al grandísimo desorden que impera.

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