Hoy debiera ser un día especial en República Dominicana, pues nada menos que 193 años se conmemoran del natalicio de Francisco del Rosario Sánchez, la primera persona en izar la bandera dominicana tras el trabucazo de Mella en la Puerta de la Misericordia, acción que puso fin a 22 años de dominación haitiana.
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La historia de Sánchez, aún cuando es el menos mencionado de los tres padres de la patria, es bien conocida: terminó siendo fusilado en San Juan de la Maguana tras caer en una emboscada cuando se disponía a pelear por la restauración de la soberanía del país luego de que Pedro Santana tuviera éxito en su búsqueda de una anexión a España.
Sí, hoy deberían celebrarse la vida y los ideales de un hombre que supo sacrificarse por la Patria, pero... pocos parecen recordarse de este detalle. Banderas, casi no las he visto hoy. Y en colegios y escuelas, es posible que alguien se acuerde y decida hablar un poco acerca de Sánchez. Lo penoso es que cada año es lo mismo, y nadie parace percatarse de que poco a poco nos olvidamos de nuestra historia.
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