Al igual que la Batalla del 19 de Marzo, la que se conmemora hoy en Santiago fue pieza clave en la reafirmación de la independencia lograda por los trinitarios el 27 de febrero de 1844.
Si lograr el objetivo de fundar una república libre, soberana e independiente de toda potencia extranjera resultó en una ardua tarea para Juan Pablo Duarte y sus seguidores, tan ardua o más resultó la tarea de preservar esa condición. Un vistazo a la historia dominicana en sus inicios y resulta muy obvio que los trinitarios y la naciente república estaban rodeados de enemigos, pero el fervor patriótico pudo más, siendo la Restauración de 1861 el máximo ejemplo de ello.
Santiago está hoy de fiesta con la conmemoración del 166 aniversario de la Batalla del 30 de Marzo, que tuvo como principal figura al general José María Imbert. A pesar de la importancia que se confiere a esta batalla y a la de Azua, hubo muchas otras (El Número, El Memiso, Cambronal, Cachimán y otras) hasta que finalmente Haití decidió respetar nuestra soberanía en 1856.
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La paradoja es que hoy libramos otro tipo de batalla: contra el olvido de nuestra historia.
La paradoja es que hoy libramos otro tipo de batalla: contra el olvido de nuestra historia.
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