Imagen: EUSA |
"El que se lleva de consejo muere de viejo". A ver, ¿quién no ha escuchado esta frase alguna vez en su vida? Ciertamente el mensaje que encierra hace sentido: los consejos, siempre y cuando vengan de personas o fuentes con alguna experiencia, hacen más bien que mal. A pesar de esta realidad, en el día a día es mucha la gente que prefiere hacer caso omiso, con consecuencias lamentables más tarde.
Si una persona es mayor que otra, lo más probable es que haya tenido más experiencias y lecciones de vida, lo que la coloca en una posición adecuada para dar consejos. Es esta la razón por la que los padres, siempre y cuando no sean unos locos, aconsejan a sus hijos para que tomen las mejores decisiones en la vida. Lo mismo aplica con los hermanos mayores, los abuelos, los tíos, los maestros de escuela y consejeros.
Igualmente sucede en ambientes laborales. Si una persona se pasó años manejando un proceso específico sería un craso error no tomar en cuenta sus observaciones a la hora de emprender cambios o proyectos. La lógica es sencilla: si ha estado todos esos años ahí, aparte de haber adquirido cierta experiencia, es de suponerse que su desempeño ha sido satisfactorio. Si no se cumplieran estas dos condiciones lo más probable es que no estuviera esa persona ahí, sobre todo cuando se trata de trabajos especializados.
Habrá quien diga que no todos los consejos deben seguirse, que no todos son buenos, y, por igual, que en algunos ambientes laborales hay gente que permanece en un mismo puesto por inercia de la empresa, no porque aporte algo. Todo esto es verdad, pero todos tenemos la capacidad de discernir y buscar ayuda extra cuando nos enfrentamos a situaciones que requieren del input de varias personas.
¿No te convence el consejo recibido? Busca una segunda opinión, analiza las opciones y toma una decisión en base a ello. ¿La persona señalada como de más experiencia dentro de la empresa se muestra ambivalente/desconocedora del tema/poco colaboradora? Indaga un poco y llega a tus propias conclusiones. A la hora de hacer cualquier trabajo, si esa persona no aportó o hizo observaciones que no eran las mejores, quedará eso a la vista y las cosas tomarán su rumbo. Lo que jamás debe hacerse es rechazar un consejo de plano, solo porque sí. Esto tiene el potencial de salir muy caro.
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