Foto: Panoramio |
Que la ciudad de Santo Domingo se encuentra fea y descuidada no es secreto para nadie. Basta con darse una vuelta en vehículo o a pie por cualquier sector, sin importar que sea de clase alta media o baja, para darse cuenta de una realidad que no admite excusas de ningún tipo.
En los alrededores del Palacio Nacional, ni siquiera porque se acerca el 16 de agosto y con esa fecha una nueva juramentación, se hace el esfuerzo por adecentar el pedazo. Debe ser este el único país del mundo cuya sede de gobierno está rodeada por una serie de callecitas maltrechas, destruídas por la incesante cantidad de construcciones, donde sus habitantes colocan la basura en las aceras sin ningún zafacón a la vista y donde se violan las leyes de tránsito en la misma cara de los guardias y policías que hay siempre presentes por el área.
Eso que se ve por el Palacio Nacional se repite en todo Gascue, sin que el alcalde busque soluciones permanentes. Cree que mandando a las brigadas a hacer el allante de recoger la basura y barrer los contenes hace algo, pero, en realidad, no logra absolutamente nada.
¿Y el Malecón? Ese es otro caso triste. Solo en la parte donde están los hoteles está el famoso Malecón de Santo Domingo en condiciones medianamente aceptables. Después de ahí, cercano a Casa de España y rumbo a Haina, el panorama es simplemente penoso, con los asientos destruidos, un montón de ramas secas amontonadas, basura en la orilla del mar y hasta materiales de construcción arrumbados por ahí. Al otro lado, una serie de calles y aceras rotas, negocios abandonados y mucha basura.
Ni siquiera la Lincoln, por los lados del Congreso, se salva. No importa que haya un importante conjunto de edificios gubernamentales ni que sea esta una de las principales avenidas de la ciudad. Por esa área es notorio el descuido de la famosa "bolita del mundo", vestigio de la Feria de la Paz y Confraternidad del Mundo Libre que celebrara Trujillo en 1955.
Entiendo que hay un marcado rechazo a cualquier cosa que recuerde a Trujillo, pero eso no es excusa válida para mantener en ruinas una estructura que sirve de adorno y hasta cierto punto de referente histórico. A pesar del abandono, la estructura no presenta indicios de decaimiento; con un poco de pintura y una leve restauración quedaría como nueva y serviría de atractivo a quienes visitan la ciudad con la intención de aprender algo.
Esa foto que pones de la bolita del mundo, muy cerca de la suprema corte de justicia la recuerdo super sucia en extremo cuando estuve en santo domingo, tanto que se tardaria semanas en limpiarla y adecuarla para que este limpia a la vista de los turistas, pero aqui no estan en eso.
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