Cuando alguien se siente mal, recurre a la medicina. Puede ser por un simple dolor de cabeza, un resfiado o situaciones más serias que requieren de estudios y análisis antes de tomar una decisión para tratar efectivamente los síntomas.
Cualquiera que haya ido a un médico sabe que se trata de una odisea que requiere de varios viajes, mucha espera y muchos gastos, porque cada vez que vamos a un consultorio hay que pagar honorarios según lo establecido por el médico en cuestión, y si bien los seguros ayudan, no siempre funcionan. Cada vez que vamos a hacernos un estudio, aún sea un simple análisis de la sangre o la orina, eso cuesta. Estudios más complejos, como sonografías y otros que implican sistemas de imaginería, son aún más caros, con el agravante de que muchas veces no se pueden hacer cuando el paciente quiera, sino cuando el sitio tenga cupo.
Si bien esto es malo, no hemos llegado a la peor parte, y que es precisamente lo que constituye una paradoja fundamental: los efectos secundarios de las medicinas. No existe en este mundo una sola medicina que no provoque efectos secundarios, y eso incluye a cosas tan comunes como el acetaminofén, el componente principal de pastillas como el Tylenol y que se usa para dolores diversos, incluso para gripe.
Aunque no muy común, hay gente que ha tenido problemas serios por abusar del acetaminofén, y medicinas para tratar síntomas de gripe a menudo advierten de posible daño hepático por uso prolongado. En el caso de pastillas para situaciones más específicas, como aquellas que regulan la presión o que bajan el colesterol, la cosa es particularmente tétrica, pues los síntomas van desde mareos y náuseas hasta cosas más serias, como alucionaciones.
¿Cómo es posible que una medicina solucione un problema y a la vez provoque 5 más? Aunque los fabricantes se cubren al decir que la ocurrencia de esos efectos es mínima, lo cierto es que en la práctica veo el caso a diario de gente que se toma una pastilla siguiendo las instrucciones de su médico y luego quejándose de que no se sienten para nada bien. Lo peor del caso es que cuando le comentan a su médico muchas veces estos optan por restar importancia e incluso insinuar que hay cierta predisposición.
Internet está lleno de foros y páginas dedicadas al tema, donde la gente libremente expresa los problemas enfrentados al tomar sus medicinas, y es frecuente que se quejen de que su médico no les hace caso. Si esta no es la más fundamental de las paradojas, entonces que alguien me diga cual es, porque yo sinceramente no entiendo. Es común que la medicina sea comparada a las labores de mecánica en el sentido de que se lleva un carro a reparar una pieza y regresa con 4 más dañadas.
Querida es que todavía no hemos avanzado lo suficiente como para hacer una medicina que no tenga efectos secundarios.
ResponderEliminarEn una ocasión busqué en la internet los efectos secuandarios de una pastilla para presión arterial que toma la madre de mi esposa que tiene casi ochenta años.
Son tantos los efectos secundarios que no le dije nada a la suegra, pues después no querria tomarse la pastlla.
Por eso cuando me recetan cualquier medicamento para la gripe ect ya no le busco los efectossecundarios. No quiero que me influya en la mente y me provoque algunos.
Además que esa información la ofrecen es para que nadie demande a los laboratorios que hacen el medicamento. Pero necesariamente no tiene por qué sentirlo todo el mundo.
Asi que Rocio cuando necesites tomar alguna medicina, no temas. No hay de otra que tomarla, si quieres sanarte.
En particular nunca he sentido los efectos secundarios que dicen que hace el medicamento. Llévate de mi, pon tu mente positiva para que la medicina haga su trabajo en el organismo, sin predisponer la mente con los efectos.
¡Que tengas un buen fin de semana!
En realidad, este comentario no lo digo por mi, pues por suerte no tengo que tomar ninguna medicina. Pero a diario lo veo en casa, con otras personas que tan solo siguen las instrucciones del médico y que ni siquiera han leído los efectos secundarios pero que se quejan de sentir exactamente lo que dicen el folleto.
ResponderEliminarSimplemente pienso que las medicinas son casi veneno, y la verdad es que es un contrasentido que te arreglen una cosa y dañen 10 más.
Creo que lo mejor es mantenerse alejado de esas cosas, y eso se logra con la famosa medicina preventiva, que no es más que cuidarse.