En el caso Wikileaks, que ha ganado fama mundial por una serie de elementos que van desde la divulgación de documentos confidenciales hasta las extrañas acusaciones que esperan a su fundador en Suecia, hay una serie de consideraciones que merecen ser analizadas.
Estados Unidos, el más afectado por la divulgación de esos documentos confidenciales, ha calificado a Wikileaks de terrorista y al mismo tiempo ha emprendido una verdadera persecución contra su fundador, Julian Assange, y la organización misma. Junto a las declaraciones floridas de gente como Sarah Palin y Mike Huckabee, que han pedido fusilar a Assange, el Departamento de Estado de ese país se ha dado a la tarea de cortar el agua y la luz a Wikileaks.
El primer paso fue presionar a Amazon para que sacara a Wikileaks de sus servidores. Luego vino la cancelación de la cuenta de PayPal a través de la cual Wikileaks recibía sus donaciones. No conformes con esto, PayPal también decidió congelar sus fondos, aún fuera momentáneamente. Y este martes, en medio de los crecientes problemas que enfrenta Wikileaks para seguir en pie, Mastercard y Visa anunciaron que dejarían de procesar sus pagos. Coincidencialmente, fue el martes que Assange decidió entregarse a las autoridades en Londres, donde permanecerá preso hasta el 14 de este mes.
Siendo el caso que mucha gente alrededor del mundo apoya a Assange y aboga porque no se ponga una mordaza a la libertad de expresión, las reacciones no se han hecho esperar. No es ninguna coincidencia que desde ayer los websites de Visa, Mastercard, el gobierno sueco y Sarah Palin hayan sido víctimas de ataques de negación de servicio. Una organización llamada "Anonymous" es la que está detrás de los ataques, y lejos de mantener un bajo perfil ha declarado a través de su blog y Twitter que no descansará hasta que logre su objetivo: libertad de expresión para todos.
Podrá sonar un poco exagerado lo que hace Anonymous, y habrá quienes los condenen, pues ayer comprar por internet se convirtió en un infierno para muchos, pero hay un punto interesante a destacar: en el caso Wikileaks, ¿quién es el malo? ¿Assange por tener el valor de divulgar documentos que tan solo confirman lo que se viene sospechando desde hace rato? ¿O será Estados Unidos, con su diplomacia hipócrita y planes no santos?
¿Por qué será que los gobiernos tienen la mala costumbre de tratar a sus ciudadanos como ganado? Es increíble el nivel de secretos que maneja un país como Estados Unidos, con el agravante de que por tratarse del país más poderoso del mundo sus actuaciones tienen un efecto global. Peor aún, en base a su condición "especial", Estados Unidos se cree con derecho a apropiarse de recursos y meterse en asuntos que en realidad no son de su incumbencia. Entonces, ¿es realmente tan malo Assange?
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