Imagen: Theinterviewpro's Blog
A veces me pregunto para qué tener un blog si en este país lo que batea es la farándula y el chisme. Aquí, por razones muy diversas que no voy a mencionar, hay una falta de debate terrible. A la gente no le interesa hablar de temas profundos, analizar acontecimientos internacionales, ni mucho menos reflexionar acerca de como su propia actitud contribuye a que las cosas no mejoren.
En contraste, la gente se vuelve loca con los últimos chismes del patio, le encanta especular en torno a la política, goza hablando de pelota y hace un drama con los temas de moda que vienen impuestos por grupos externos e internos. Campañas como la del 4% del PIB para educación, si bien tienen seguidores que realmente desean que haya un cambio, suelen estar llenas de personas que se meten a eso por figureo.
Lo del figureo parece que es parte de la forma de ser del dominicano. Una inauguración, una recepción, un lanzamiento... ahí está la gente presta a que le tomen una foto, sobre todo si el evento cuenta con la presencia del Presidente de la República o personalidades extranjeras (actores, sobre todo). Estas fotos, antes de que lleguen a las muchas páginas dedicadas a las "sociales" en los periódicos, aparecen en cuestión de minutos en sitios como Facebook o Twitter.
En eso es que la gente está: en figurero, cuchicheo, chisme, diversión... y luego de eso, nada. Personas extranjeras con las que mantengo contacto profesional a veces me piden que recomiende blogs dominicanos, y la verdad es que se hace muy difícil. Son pocos los blogs dominicanos que tienen diseño apropiado y contenido de calidad, con atención a la ortografía, respeto a los derechos de autor y otros detalles que suelen pasarse por alto.
Una vez leí que los blogs dominicanos estaban de capa caída. Si bien no concuerdo al 100% con lo planteado en ese análisis, el mismo tiene una serie de puntos válidos que ayudarían a explicar en parte lo que sucede con los blogs en RD. De mi parte, pienso que parte del problema yace en la mentalidad de chercha que tiene una buena parte de la población. ¿Qué opinan ustedes?
Rocío: Es que los blogs son herramientas, como las redes sociales, y en ellas se manifiestan lo mismo que escribes: el poco deseo de profundizar, discutir y examinar situaciones importantes.
ResponderEliminar¿Por qué? Porque lo otro es más fácil y, además, (y esta es una opinión muy propia), creo que en nuestro país se reacciona de la manera en que describes por algo simple: una educación deficitaria que nos enseña a repetir como cotorras contenidos sin examinar. Eso, para mí, moldea lo que seremos luego en estos escenarios.
Saludos Rocío, hay planteamientos en los que no estoy de acuerdo contigo. Cada cosa tiene su lugar, hay blogs y sitios web para todo tipo de target y públicos.
ResponderEliminarLos blogs no están de capa caída, hay cientos de portales que tiene muy buena información y cumple el fin de informar sobre hechos y actos que no podemos leer en otros medios. En cuanto a lo del figureo, aunque eso es normal en todos lugares y no solo aquí. Sino, fijate en los funcionarios del Gobierno -de todos- quieren estar en todos lados.
Lo que se debe explicar a los que se unen a editar un blog, es que hay que ser consistentes, nadie venga a explicarme teorías. Aquí todos sabemos que los que utilizamos el servicio web es por obligación; sino podemos pagar eso, no podemos bloguear.
Hacen un excelente trabajo, primero en Acción Comunitaria y ahora en Grado Seis. Te puedo hacer una lista extensa de buenos blogs informativos, de provincias, de arte, ect.
Saludos, Argénida. Tiene mucha razón, sobre todo con la última parte de tu planteamiento: persiste aún ese método de aprendizaje tan arcaico que consiste en embotellarse un libro y luego repetirlo tal cual, con punto y coma. Eso ciertamente no incentiva al debate, ni mucho menos al análisis.
ResponderEliminarReynaldo, primero, gracias por la valoración. Es cierto que cada blog tiene un público meta, pero no es menos cierto que hay más tendencia hacia la chercha que hacia otras cosas.
No es que sea malo tratar de farándula, sino el tratamiento que se suele dar a esos temas. Pongo tu blog de ejemplo de como esos temas deben tratarse: con altura. Además, es válido mencionar que tu blog es muy variado y hace un excelente trabajo juntando cosas de aquí y allá en un solo lugar.
¿Qué cosas me irritan de algunos blogs? Para empezar, la chabacanería, sobre todo en aquellos sitios donde no se conforman con usar un lenguaje distorsionado, sino que además se sienten en obligación de atraer público (masculino) con fotos de mujeres semi-desnudas.
Otro problema son aquellos blogs que hacen copy-paste descarado, ya sea de periódicos u otros blogs, y ni siquiera se molestan en poner el link de lugar. Por último, hay blogs muy buenos en contenido, pero no son consistentes en sus publicaciones, llegando a pasar meses entre una entrada y otra, sin aparente explicación.
La gente extranjera a la que hago referencia en esta entrada pide blogs de actualidad, más que nada de análisis, y de esos es que no encuentro muchos. La lista de blogs que tengo en Grado Seis está poblada solo por blogs que considero aportan algo, y que definitivamente valen la pena leer.
Rocio, los blogs más visitados son aquellos que tratan temas de poca importancia.
ResponderEliminarLos blogs de farándula se llevan el premio. Y es que la gente le encanta los chismes y la vida ajena. Mucha gente está pendiente en que tienda compra Luis Miguel las medias ect.
Asi que fíjate en que nivel está el nivel de educación y enfoque. A que las personas le prestan más atención.
Por eso siempre admiro y recomiendo tu blog. Una página que no tiene desperdicio de contenido.
Un blog en donde nos llama a la reflexión y al análisis.
Saludos.
Gracias, Majarete. De eso se trata este blog, de analizar y reflexionar, sin importar que sean temas locales o internacionales. Desafortunadamente nada entretiene más que un chisme, y eso queda evidenciado no solo aquí, sino en la gran variedad de blogs, revistas y sitios en EE.UU, Europa y Latinoamérica que persiguen a las "celebrities" 24/7. Una pena.
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