"Estudié dos años fuera del país..." Esta frase, muy típica de gente que gusta impresionar con el mínimo esfuerzo, es a menudo el detonante de una revolución que por lo general termina como cohete explotado. Los ejemplos abundan en todas partes: el hijo del dueño de un establecimiento que pretende hacerse cargo del negocio sólo porque sus estudios en el extranjero lo convierten en experto, el especialista que se contrata por muchos $$$ y que al final nada aporta, el joven que viene con teorías sofisticadas que no se corresponden a la realidad.
Estos personajes que describo aquí son divos, personas que creen saberlo todo, y que cuando las cosas explotan en su cara salen huyendo. Pero la culpa no es enteramente de ellos, sino de aquellos que se dejan engañar con tanto bombo y que acceden a dar al traste con formas y procesos que funcionaban perfectamente bien dizque para dar paso "a lo nuevo".
La única forma de volverse experto en cualquier cosa es con el tiempo, y es por eso que dicen que la experiencia no se improvisa. Da pena decirlo, pero los trabajos, sean de corte familiar, del sector privado o público, están llenos de divos y tarados en ambos exteremos. Y en el medio, tristes y abandonados, quedan aquellos que desean lo mejor para el lugar donde trabajan, pero cuyas ideas nunca son tomadas en cuenta hasta que pasan cosas graves.
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**En la imagen: personaje de "Angry Little Girls" (abramsbooks.co.uk)**
Hola Rocio
ResponderEliminarCreo que con el tema de los "estudios fuera" hay cierta inocencia y desconocimiento de por medio.
Siempre es una buena experiencia y algo que considerar, lo de estudiar alguna especialidad fuera del país. Sin embargo, es también bueno asumir nuestra realidad laboral y nuestras oportunidades si luego de finalizar esa especialidad tenemos que regresar a RD.
Chicos y chicas que no sobrepasan los 26 años con másters sin acumular ni siquiera un año de experiencia laboral. Afán de hacer especialidades "por moda" o sin reparar la importancia real de esta en el area profesional que nos desenvolvemos...en fin.
Considerar y balancear. Y claro, poner nuestros conocimientos en el justo lugar de nuestra práctica, y no como una carta de presentación para jactarse de una superioridad que no es tal, sino que muestra la poca altura de nuestro valor como personas ante los demás...que para presentarnos debemos hacer con la referencia de un título universitario.
Justo esto que dices es el mensaje que deseo comunicar con este escrito. Estudiar fuera, para el que tenga la oportunidad, es una maravilla. Lo que no es tan bueno es que se quiera venir a imponer reglas solo porque "yo estudié fuera por X cantidad de tiempo".
ResponderEliminarMuy bien planteado tu punto. Hay gente que se cree mejor que otras solo porque hizo tal maestría fuera. Otros simplemente llegan queriendo arrasar con todo, sobre todo cuando se trata del caso que lo mandaron del sitio donde trabaja a hacer esos estudios, con licencia por la duración de los mismos.
Esos que digo regresan a los sitios con airecito de "sabelotodo", creen que pueden pisotear gente que tiene más experiencia acumulada que ellos, y en muchas ocasiones hasta se van de la institución que les facilitó esa oportunidad porque consideran que ya ese lugar les queda chiquito. Son la gente que después ves que les da trabajo conseguir un trabajo (valga la redundancia).
Pura realidad, Rocío.
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