En Pennsylvania, Estados Unidos, un niño de 11 años fue referido a una corte juvenil acusado de vandalismo institucional y comportamiento criminal. ¿Su delito? Por raro que parezca, le dio con orinar encima de 30 laptops MacBook pertencientes a la escuela donde estudia, laptops nuevas que la escuela había comprado y que estaban colocadas en un carrito de carga en el pasillo, a la espera de su destino final.
Nadie sabe por qué el niño -cuyo nombre se omite por razones legales- cometió un acto tan poco digno, lo que sí se sabe es el valor de las laptops: nada menos que 36 mil dólares, dinero que al parecer dará trabajo recuperar pues resulta que Apple, alegando riesgo ocupacional, se rehúsa a repararlas.
Poca gracia la del niño: ahora la escuela tiene en sus manos una inversión fallida, un duro golpe considerando que en EE.UU las escuelas atraviesan una crisis presupuestaria. ¿Y el niño? Todo apunta a que va a pasar su mal rato, el cual debería ser extensivo a sus padres.
Aquí solo diré como dice mi mama: "Que gracioso el" (Aunque viniendo de ella, eso estaría acompañado de una buena corrección...)
ResponderEliminarLo menos que merece es eso, una buena corrección.
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