Hemos llegado a la recta final de la campaña electoral. Ese domingo 20 de mayo acudiremos a las urnas a votar y, si todo sale bien, tendremos un nuevo presidente electo para el lunes, quien tomará posesión el próximo 16 de agosto.
Después de tantos sondeos, encuestas, pataleos, acusaciones, denuncias, marchas, caravanas, bandereos y demás elementos que suelen definir el panorama electoral en la RD, me atrevo a decir que no soy la única que desea que todo culmine este 20 de mayo en orden y paz. De anuncios malos y el clima sofocante que trae consigo la política estamos todos hartos.
Bien. Este domingo la gente tiene dos opciones: votar o no votar. Se ha puesto de moda en algunos sectores de la población la idea de no ir a votar porque ningún candidato vale la pena. Se mencionan fenómenos como el bipartidismo, que los dos partidos que se disputan el asunto son más de lo mismo, que hay que darle chance a otras figuras y que ninguno de los que está en la contienda tiene intenciones reales de hacer algo por el país.
Algunos de estos argumentos son válidos, sobre todo cuando se ve a dirigentes hacer declaraciones tan elegantes como aquella que hizo un ex jefe de la policía en el sentido de que estaba dispuesto a "reventar a cualquiera con tal de defender los votos". Llegamos a la conclusión de que los políticos no son confiables cuando vemos como cambian sus posturas tan fácilmente. Sabemos que estamos dentro de un sistema bipartidario cuando se nos presenta evidencia irrefutable de que la contienda real se la disputan dos candidatos.
Todo eso es verdad, y todos, quizás con la excepción del último punto, son argumentos válidos. Excluyo lo del bipartidismo porque la triste realidad es que casi todas las contiendas se libran entre dos fuerzas, y si no lo creen así tan solo basta analizar el caso de Estados Unidos, el eterno ejemplo a seguir.
Entonces, ¿votar o no votar? Suena hasta poético eso de que "no voy a votar porque ninguno hace nada por el país". Lo malo es que esa postura hace daño a quien la toma y al resto del país.
La intención de este post no es convencer a nadie de que vaya a votar, pues ese es un derecho que le compete a cada quien. Ahora bien, es una realidad irrefutable que el país no se dirige solo y que el 20 de mayo, aunque vote solo el 10%, alguien resultará ganador. ¿Y entonces? La idea de ir a votar es tomar una decisión a conciencia, no impulsada por tradiciones familiares ni influenciada por dirigentes ni nada de eso, para después tener una base para reclamar. Si no votas, automáticamente pierdes ese derecho porque simplemente no participaste en la toma de decisión.
Por último, la idea no es votar por votar. La idea es pensar un poco, analizar las situación, estudiar las propuestas y hacer la elección que más convenga. Ya esta es una decisión personal de cada cual.
Presisamente eso era lo que le dije a Remo, que a pesar de que los políticos son corruptos ect, se necesitan para dirigir el pais. Y por eso todos estamos pendiente del resultado de las elecciones.
ResponderEliminarRocio me alegro que no hayas tomado partido con nadie ni usaras el blog para apadrinar a ningún candidato.A cada quien que vote por quien le plazca. Es algo muy personal.
Así es. No hay necesidad de estarse identificando con nadie.
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