Vivimos en una época en la que prácticamente cualquier persona puede convertirse en generador de contenidos, pues las herramientas están todas ahí, al alcance de cualquiera con una conexión a internet mediadamente decente: plataformas de blogs que hacen algo más que sacar blogs, editores de libros online que van de lo gratuito al pago de ciertos honorarios y un sinnúmero de facilidades para promocionar el proyecto u obra resultante.
Esta es la época de la autopromoción a través de redes sociales, de correos spam que llegan a todas partes bajo el disfraz de algo útil, del copy-paste descarado que no da ni un ápice de crédito a las víctimas, de títulos llamativos que encierran artículos vacíos y del sensacionalismo que llena fan pages. En fin, esta es la época en la que gente sin ningún mérito pero con excelentes armas para autovenderse logra un sitial de importancia en base a mucho bombo y poca sustancia.
Gente que llega a los sitios presentándose con un aspecto extraterrestre y con la promesa de una revolución que nunca llega, cuyos débiles méritos apenas resisten una revisión medianamente cuidadosa por parte de gente curiosa, pues rápidamente salta a la vista que el copy-paste y robo de ideas tuvieron mucho que ver con la supuesta experiencia que se atribuyen. Son estas personas, que en base a nada logran triunfar, las que hacen que otros que están mejor preparados y que son más serios se cuestionen su formación y manera de proceder. Lo peor del caso es que no se les puede culpar, porque da la impresión de que vale más meterse a charlatán y mentiroso que hacer las cosas bien.
Una parte de este fenómeno se explica en el hecho de que la gente, a gran escala, ya no busca calidad, sino comodidad, con el resultado de que se acepta cualquier cosa que venga, siempre y cuando suene bonita o vaya acompañada de un sello de "experto".
Como estos especímenes hacen tanto ruido, efectivamente impidiendo el paso a otros que tienen mejores ofertas, el resultado es que la mayoría de la gente, por seguir la moda o por mera comodidad, se queda en la superficie y no explora más allá. La consecuencia es que el buen contenido pasa desapercibido, ahogado por contenido malo y sin valor pero que ha sabido llegar a las masas. Quizás por eso es que dicen que las grandes masas siempre han estado equivocadas.
La mayoría casi nunca escoge bien. Y es verdad, a veces parece casi imposible encontrar algo que puedas decir "estará confirmada esta información?" Cosa que antes no sucedía. Desventajas, digo yo.
ResponderEliminarABSOLUTAMENTE CIERTO. Wow, Rocío, es una realidad del tamaño del Pico Duarte. La triste realidad que debemos enfrentar los que queremos crear contenido original ynos sentimos avasallados por la oleada de bullangosos que sólo se dedican a cotorrear lo que otros han dicho.
ResponderEliminarYo lo dije hace poco de otra forma: Los "expertos" que tenemos seguirán teniendo vigencia porque los medios tradicionales continúan acudiendo a ellos y dándoles una vitrina que no merecen. Eso aplica a todo, incluyendo blogs, cuentas de Twitter, Facebook, y básicamente todo.
Es una pena, pero no podemos conformarnos. Lo que tenemos que hacer es mantenernos en pie de lucha, crear contenido y llegar a más personas. Nos costará mucho más, pero al menos yo, prefiero 100 lectores de calidad que 100mil que no aprendan nada leyéndome y de quienes yo tampoco pueda aprender.
Adelante!