1. Hombre se muda con su novia, que tiene un gato a modo de mascota. El hombre trata de entenderse con el gato, y al paracer todo marcha bien, hasta que una noche, el gato le orinó en su boca. ¿Y por qué hizo eso el gato? Sencillo: el hombre tenía un grave caso de apnea del sueño, y en consecuencia roncaba de manera muy escandalosa. El gato orinó ahí porque estaba asustado y quería que el hombre se despertara, o al menos a esa conclusión llegó un experto en comportamiento de gatos que próximamente tendrá un programa de TV en Discovery Channel.
2. Una buena noticia para dueños de vehículos: el excremento de aves no daña la pintura, o al menos no por su cuenta. Un taller británico de automóviles ha llegado a la conclusión de que el verdadero culpable es el sol, pues hace que la pintura se expanda. A medida que van pasando las horas y va bajando el sol, esa pintura vuelve a contraerse y se endurece alrededor de obstáculos como el referido excremento. Lo mejor que puede hacerse es limpiar el tollo de inmediato para evitar problemas.
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