Durante meses la línea telefónica de mi casa ha tenido un ruido de fondo que varía en intensidad. En reiteradas ocasiones se ha llamado a Codetel, la compañía que presta este servicio desde hace más de 20 años, y los esfuerzos han sido en vano. Reportes se han archivado, técnicos han ido a revisar, promesas se han hecho, y nada.
El ruido en cuestión ha aumentado en los últimos días hasta niveles insoportables, al punto de que hemos optado por decir a quienes llaman que se comuniquen por celular, pues no hay forma de saber quién llama ni mucho menos qué está diciendo.
En vista de la situación, en esta semana volvimos a llamar a Codetel. Por más que se le buscó la vuelta, fue imposible dar con una persona para dar la queja. En vez de ello, todo se tuvo que manejar robóticamente a través de una grabación que tan solo pide pulsar determinados números según sea el caso.
Ayer, dos días después de haber hecho este "reporte", Codetel hizo acto de presencia: a través de OTRA grabación, se comunicó a mi casa, preguntando si se había reestablecido el servicio. A continuación, daba la opción de marcar 1 en caso contrario. Resignada con esta nueva forma de servicio al cliente, pulsé el 1, aunque en realidad no tengo ninguna esperanza de que el problema del ruido se resuelva.
¿Qué ha pasado con el servicio tradicional, ese que es brindado por gente de carne y hueso? ¿Será que sale muy caro a Codetel brindar este servicio? Por mucho que se quiera insistir, ninguna tecnología supera la sensación que se obtiene al tratar directamente con representantes de una empresa. Al menos de esta forma se tiene una constancia de que alguien atendió el reclamo, y a partir de ahí se hace más fácil dar seguimiento a cualquier gestión.
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