Café. Una bebida con millones de adeptos a nivel mundial y disponible en dos variedades genéticas de las que derivan numerosas subvariedades: el clásico Arábica, surgido en Etiopía, y Robusta, originario de la República Democrática del Congo.
No hay dudas de que el café es una bebida universal, disfrutada en cada ambiente y a cada hora de diversas formas: espresso, macchiato, latte, capuccino y un largo etcétera. Postres de café, mentas y helados complementan los usos de uno de los principales cultivos de la economía mundial.
Para algunas personas una simple taza de café corriente no es suficiente para sus gustos exigentes, y por ese motivo hace un tiempo se inventaron un café muy caro, sumamente exótico, llamado Kopi Luwak, que hasta hace poco se consideraba el más caro del mundo. Lo que hacía a Kopi Luwak tan especial era su origen, pues resulta que el mismo se obtiene de las heces de la civeta, un felino que come los granos de café y que los expulsa completos una vez pasan por su tracto intestinal.
Parece una locura, ¿no es así? Sin embargo, los creadores del exótico café juran que al pasar los granos por el proceso digestivo de la civeta los mismos obtienen un sabor único producto de las enzimas presentes en el estómago. El resultado final, según dicen, es un café menos amargo.
Tal parece que las civetas han perdido su atractivo porque Kopi Luwak ya no es el café más caro del mundo. Ese honor corresponde a Black Ivory, desarrollado por el canadiense Blake Dinkin en Tailandia. ¿Y por qué en Tailandia? Pues el arma secreta de Dinkin son elefantes, quienes comen los granos de café y los pasan casi enteros por su tracto digestivo, encontrándose el tesoro entre sus excrementos.
El proceso es bastante parecido al de las civetas, pero, según Dinkin, los granos de café no solo pierden un poco del amargo, sino que adquieren sabores afrutados al mezclarse en el estómago de los elefantes con caña de azúcar y guineos.
Un dato importante es que una vez los elefantes comen los frutos del café el proceso de digestión toma de 15 a 30 horas. Siendo el caso que se requiere de 72 libras de café crudo para producir dos libras de Black Ivory, bien pudiera decirse que los elefantes no son muy eficientes en términos de producción, y eso quizás ayude a entender su exorbitante precio: 1,100 dólares por dos libras.
Black Ivory de momento sólo se vende en exclusivos hoteles en Tailandia, Abu Dhabi y Las Maldivas, donde una taza puede valer hasta 50 dólares. Según Dinkin, que ha invertido 300,000 dólares en este proyecto, la produción inicial de 150 libras ha sido vendida en su totalidad y para 2013 pretende producir seis veces esta cantidad.
Como dato curioso, se ha demostrado que el consumo de café no le hace daño a los elefantes y la tarea de recolectar los granos de entre los excrementos recae sobre las esposas de los mahouts.
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