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Año tras año queda demostrado que la imprudencia de la gente neutraliza los efectos de las campañas preventivas y operativos montados por las autoridades, que desde siempre piden prudencia a conductores y bañistas.
La triste realidad es que esos días de Semana Santa son tomados por muchos como una excusa para beber como nunca lo ha hecho en su vida, y si a eso sumamos un volante y una carretera, pues ya tenemos una tragedia casi segura entre manos.
Según datos oficiales, en el 70% de los accidentes figuraba alcohol de por medio, lo que da una idea bastante acabada de la situación. Sin embargo, el alcohol no es el único culpable de estas tragedias: la imprudencia es por igual un factor clave. La ingesta excesiva de alcohol de por sí constituye una imprudencia, pero más imprudente aún es andar a mil por una carretera, rebasando temerariamente a otros conductores y sin tener espacio suficiente.
¿Qué tan imprudentes son los conductores dominicanos? Tómese el siguiente ejemplo: de paseo el viernes con mi familia, decidimos pasar por la carretera nueva de Samaná. Al llegar al segundo peaje nos devolvimos (no era nuestra intención llegar hasta Samaná) y casi llegando al primer peaje una yipeta que venía rebasando a otra por el carril de al lado (esta carretera es de dos vías) por poco nos choca de frente.
Cuando esto ocurrió, era poco más de la 1 de la tarde y la carretera estaba prácticamente vacía. Saque usted mismo sus conclusiones.
En la imagen: la nueva carretera de Samaná
Rocio, los choferes quiene andar matandose cueste lo que cueste. Se arriesgan demasiado y hacen de repente decisiones alocadas. Además, las vias de tránsito no son tan anchas como los highway de ocho y seis carretiles para andar en tanta velocidad.
ResponderEliminarPor las experiencias que siempre cuentas, parece que la gente no sabe conducir. Aunque cuando vienen a E.U.A se hacen unos expertos.
Espero que tanto tu como tu familia esten disfrutando de plena salud.