Foto: Cambita Garabito
De un tiempo a esta parte los accidentes aparatosos de tránsito se han convertido en una constante en carreteras del país.
De un tiempo a esta parte los accidentes aparatosos de tránsito se han convertido en una constante en carreteras del país.
Hoy le tocó el turno a la carretera Nizao-Baní, y las víctimas son personas que venían desde Galván, provincia Bahoruco, hacia Santo Domingo. Para desgracia de esas personas, a las 5:40 de la mañana se toparon de frente con una patana cuyo conductor intentó huir, siendo apresado horas más tarde y retenido en el cuartel de Baní.
Según informa el Diario Libre, asciende a 11 el número de muertos, mientras que se han contado al menos 14 heridos. Por el momento se desconocen las causas del accidente, que ocurrió en el puente Lucas Díaz, pero lo más probable es que haya habido alguna imprudencia de por medio, casi seguro por parte del patanista, que lejos de ayudar a las víctimas emprendió la huida. Que conste, no tengo nada en contra de las patanas, pero lo cierto es que quienes manejan esos vehículos tienden a hacerlo de una manera muy temeraria.
Dejando a un lado la tragedia que representa este accidente, y las especulaciones respecto a qué pudo haber pasado, pienso que las autoridades de tránsito deben prestar atención a la frecuencia con que se producen accidentes aparatosos en nuestras carreteras. Ello muestra a la clara que hay un serio problema de seguridad vehicular en la RD, causado primeramente por conductores imprudentes y luego por las malas condiciones de algunas vías y de los vehículos que circulan por ellas.
Desconozco el estado de la carretera Nizao-Baní, de la misma forma que desconozco los elementos involucrados en el accidente o el estado en que estaba el minibús que chocó con la patana, pero todos estos elementos hay que tomarlos en cuenta.
Es frecuente encontrarnos en la carretera con minibuses, guaguas y otras formas de transporte público en condiciones muy precarias, con el muffler dañado, sin vidrio trasero y con múltiples choques. A veces estos vehículos van tan llenos que apenas corren y parecen ir de lado. De igual manera, es normal que los patanistas anden a mil y rebasando sin ton ni son, de ahí que a menudo chocan y hacen un tremendo desastre.
Deberian hacer un estudio para ver las causas implicadas, para evitar esos grandes accidentes.
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