Por fin se emitió la sentencia sobre el caso Baninter, que resultó en 10 años de prisión para los señores Ramón Báez Figueroa, presidente del banco, y Luis Alvarez Renta, quien se desempeñaba como asesor financiero. Además, Báez Figueroa deberá pagar una indemnización de 64 mil millones de pesos a favor del Banco Central y la Superintendencia de Bancos.
Para la generalidad de la sociedad civil, la sentencia, si bien representa un precedente en juicios a banqueros, es poca cosa. Hay quienes opinan que 10 años es poco en vista del terrible daño que el caso Baninter hizo al sistema financiero nacional, y de paso a la economía en todos sus niveles. La sentencia dictada por el tribunal impuso la pena máxima que permite la ley, por tanto, no se puede pedir más.
Es cierto que la situación empeoró cuando el gobierno de Hipólito Mejía decidó pagar a los ahorrantes dizque para evitar una catástrofe, que fue lo que ocurrió después de todo. Sin embargo, este hecho no puede ser usado por Báez Figueroa y demás para sacudirse de culpas. Todos los antecedentes que llevaron a esa situación son responsabilidad de los representantes del banco.
El comentario viene porque ya Báez Figueroa y Alvarez Renta, quien también fue sentenciado por una corte de Miami en 2005, anunciaron que apelarán sentencia, y han mencionado el mal manejo de las autoridades pasadas como base de su defensa. También es un poco chocante que se haya condenado a Alvarez Renta por lavado de activos cuando los principales acusados fueron descargados de tal acusación.
Para la generalidad de la sociedad civil, la sentencia, si bien representa un precedente en juicios a banqueros, es poca cosa. Hay quienes opinan que 10 años es poco en vista del terrible daño que el caso Baninter hizo al sistema financiero nacional, y de paso a la economía en todos sus niveles. La sentencia dictada por el tribunal impuso la pena máxima que permite la ley, por tanto, no se puede pedir más.
Es cierto que la situación empeoró cuando el gobierno de Hipólito Mejía decidó pagar a los ahorrantes dizque para evitar una catástrofe, que fue lo que ocurrió después de todo. Sin embargo, este hecho no puede ser usado por Báez Figueroa y demás para sacudirse de culpas. Todos los antecedentes que llevaron a esa situación son responsabilidad de los representantes del banco.
El comentario viene porque ya Báez Figueroa y Alvarez Renta, quien también fue sentenciado por una corte de Miami en 2005, anunciaron que apelarán sentencia, y han mencionado el mal manejo de las autoridades pasadas como base de su defensa. También es un poco chocante que se haya condenado a Alvarez Renta por lavado de activos cuando los principales acusados fueron descargados de tal acusación.
Todavía no encuentro cabida que a ellos le dieran diez años. La sentencia no fue suficiente.
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