Aun cuando la teoría de la relatividad contempla la posibilidad, volver hacia atrás en el tiempo es imposible en las circunstancias actuales y con los mecanismos que hay a la mano. Pese a ello no deja de ser un deseo de mucha gente para enmendar caminos, corregir errores y tomar decisiones más sabias.
Si a la gente le dieran la oportunidad de volver atrás en el tiempo de seguro toman el viaje sin pensarlo dos veces. Después de todo, ¿a cuantos de nosotros no nos gustaría tener la oportunidad de empezar de nuevo, hacer una vida distinta y aprovechar oportunidades perdidas?
Desgraciadamente, esto no se puede. No hay segundas tomas en la vida. Las malas decisiones no pueden simplemente borrarse y las oportunidades perdidas no se recuperan. Esta es la triste realidad. A veces nos ponemos a ver escenarios alternativos, el juego de "y si..." Por ejemplo: "¿y si hubiese crecido en otro ambiente?" "¿Y si mis padres hubieran sido distintos?" "¿Y si hubiese sido menos exigente al escoger pareja?" El ejercicio es fútil porque lo hecho, hecho está, y no hay vuelta atrás.
Un porcentaje importante daría lo que fuera por volver atrás y arreglar su mundo, por hacer las cosas diferentes y por ser menos estúpido, mas feliz y menos prejuiciado. La moraleja de esta reflexión es muy obvia: cuidado con los pasos que das hoy porque definirán tu mañana. Aunque pueda parecer tarde, aun estas a tiempo de enmendar.
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