Foto: El Caribe |
Los que leen este blog saben que una de mis etiquetas favoritas es "cosas absurdas", y en esta ocasión se presta para el título. De todas las cosas sobre las que he escrito aquí, la más absurda sin duda alguna es la decisión del Segundo Tribunal Colegiado del Distrito Nacional que deja en libertad a cuatro de los cinco implicados en el atentado que costó la vista a la ingeniera Francina Hungría en noviembre de 2012.
Cualquiera que lea noticias y se mantenga al día sabe que esta decisión ha sido ampliamente rechazada por gente de cada profesión y estrato social. También conocen la triste historia de Francina, un caso que se resume en una sola línea: el lugar equivocado a la hora equivocada.
Un día cualquiera Francina sale a la calle, con el mismo derecho que nos asiste a todos, y de repente, sin estarlo esperando, queda ciega. Un problema de por vida. No podrá jamás llevar una vida normal, valerse enteramente por sí misma ni ser tan productiva como lo fuera si tuviera todas sus facultades intactas. Es una situación de pesadilla que alguna gente simplemente no está en capacidad de sobrellevar.
Ha pasado más de un año de este desagradable episodio, y ahora nos topamos con la absurda noticia de que cuatro de esas basuras están en libertad, lo que equivale a decir que son libres de hacer todas sus fechorías, incluyendo robar, lisiar y matar gente. ¿Y Francina? Lógicamente ha expresado su temor e insinuado que aquí no permanecerá porque no se siente segura. ¿Y la sociedad? No se ha quedado atrás. Desde el propio procurador general hasta el más humilde ciudadano ha opinado sobre el tema. La conclusión unánime es que la justicia no sirve más que para proteger delincuentes. ¿Es justo esto? NO.
Es insólito que la justicia con frecuencia ponga en libertad a delincuentes probados, como validando esas basuras ambulantes y obviándose de paso que la gente tiene derecho a salir y disfrutar de su ciudad sin tener un temor constante de que vendrá un desgraciado a arrancarle la vida y sus pertenencias. Este caso de Francina, al igual que otros más que se han visto, es simplemente una cosa REALMENTE absurda. No hay otra forma de describirlo.
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