imagen: the gloss |
Hace algunos años, mientras trabajaba para una institución de carácter financiero, participé en un angelito de manera casi obligada. Dio la casualidad que me tocó regalarle al jefe, quien a su vez era el hijo del dueño de la empresa.
Para el susodicho angelito se había establecido una escala de regalos cuyo valor iba en aumento hasta llegado el día del intercambio final. Los montos fueron establecidos para garantizar cierta uniformidad en el valor de los regalos y así evitar los típicos chismes que se arman en torno a esa actividad.
Bien, llegado el día final, se reveló la identidad de cada cual. Le entregué su regalo al jefe, un vino que cumplía con el monto establecido para los fines.
Varios días después, cuando fui a almorzar a la cocina de la empresa, se me acercó la señora del café y me dijo un tanto molesta: "mira lo que me regaló el jefe". Acto seguido me mostró la botella de vino que yo había comprado con motivo del angelito aquel. Prosiguió molesta: "Yo quiero saber qué voy a hacer con esto, porque yo no se de vinos ni nada, más me hubiese gustado que me diera algo de efectivo". Su disgusto aumentó cuando le dije la procedencia del vino.
¿Cuál es el punto de esta historia? Sencillo: la raza humana ha desarrollado una serie de actitudes que en el mejor de los casos son desagradables. En caso de que hayan perdido el hilo de lo que pasó aquí, un breve resumen: yo entregué un regalo como parte de una dinámina del personal de la empresa. El receptor del regalo fue el jefe, que me tocó al azar. Este entonces lo regala más para alante a una persona que ni le interesa ni lo va a saber disfrutar o apreciar. ¿Por qué? ¿Desprecio, falta de tacto, ignorancia o simple estupidez? Hay muchas lecturas que se le pueden dar al caso, por eso lo dejo ahí.
Es increíble la falta de tacto que hay entre la gente para cosas tan simples como estas, y esto no es más que un indicio de como los modales y la educación casera han ido desapareciendo, sustituidos por una serie de antivalores que realmente no hacen ningún tipo de favor.
Creo que fue falta de tacto de parte de tu jefe. Si en el raro caso que tu jefe no le gustara la bebida, pudo llevarse el vino para la casa y brindarlo con las amistades que lo visitaran.
ResponderEliminarPero es de mal gusto que lo regalara dentro de la empresa. No es justificándolo, pero ¿estas segura que el vino era bueno? Te pregunto esto, porque no soy amigo de las bebidas y por lo tanto no estoy al tanto de cuales son los mejores vinos. Asi que si tendría que regalar un vino tendría que preguntar.
Antes de responder la pregunta, recuerda que había un monto establecido para el regalo. Para el monto que era se trataba de un vino aceptable: la fiole du pape, francés de la región de Rhone. Quizás te preguntas por qué no compré mejor otra cosa, y una vez más la respuesta tiene que ver con el precio establecido. Simplemente un vino era la mejor opción.
ResponderEliminarMuy buena respuesta. Gracias.
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