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Saber el lugar que nos corresponde

Si nos llevamos de las noticias y de los lamentos de la gente fácilmente llegamos a la conclusión de que el mundo está a punto de colapsar y que más vale esperar lo peor. 

¿Es cierto esto? ¿Realmente estamos al borde del abismo? En todas las épocas esta sensación de existencia desesperada ha estado presente. En los 60s y 70s se pregonaba que el fin estaba cerca con el mismo ímpetu y necedad con que hoy dicen lo mismo. Lo único que ha cambiado es la forma y, por supuesto, los canales: antes era un hippie con un cartelón, hoy son jovencitos de toda clase que mandan el mensaje por redes sociales y WhatsApp. 

En todas las épocas han existido la maldad, los malos hábitos, el egoísmo y la falta de humanidad. Ahora que hay más gente poblando el mundo, pues lógicamente todo eso se ha exacerbado. La gente de hoy, absorta en sus pantallas, su prisa y su mundillo digital, pasa por más ruda que sus congéneres de antaño, pero en realidad es una cuestión de perspectiva. 

¿Que deberíamos ser menos bestias y más  considerados con el prójimo? Sin duda sería lo ideal, pero en este mundo de competencias y consumismo desmedido la parte más fea de la humanidad es la que sale a relucir para dominarlo todo, y eso se explica por algo muy simple: nunca el humilde (no confundir con HONESTO) y el considerado llegan a nada. Las historias de éxito siempre tienen un protagonista que suele ser arrogante y que no se anda con rodeos a la hora de pasarle por encima a otros. A modo de ejemplo ahí tienen a Mark Zuckerberg. Sigan buscando y se encontrarán con un patrón similar. 

Cada quien en este mundo ocupa un puesto. Hay gente que está para hacer el bien, otros son el hazmerreir, hay quienes están para inspirar y una gran mayoría simplemente es soporte. El puesto que se ocupe dependerá de muchas cosas, y lógicamente es algo cambiante a través del tiempo. 

Por mucho que brinquemos, nos quejemos o nos lamentemos, una cosa es segura: ninguno de nosotros hizo el mundo y por ende ninguno de nosotros puede arreglarlo, ya que eso requeriría que todos de manera uniforme se pongan de acuerdo en dejar atrás las desconsideraciones y actuar en torno a un objetivo común. En pocas palabras, nunca sucederá, así que sean creativos, eliminen esos pensamientos negativos y disfruten lo más que puedan su estadía aquí. 

Comentarios

  1. Respuestas
    1. NO. Cualquiera que me conozca sabe que NO ME CONFORMO. Pero si dentro de un grupo de 100 solo 1 se preocupa por X tema, ¿sirve de algo eso?

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    2. Capaz que es un problema de fábrica. No todos tenemos el mismo nivel de razonamiento. Algo que parece siemple, ¿Qué es lo mejor para todos? Lametablemente, la mayoría se concentra en; ¿Qué es mejor para mí? No importa que de rompa el universo.

      Estamos destruyendo el planeta, de forma acelerada e inminente. La raza humana es un virus que destruye todo.

      ¿Qué podemos hacer?

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    3. Solo tenemos influencia sobre nuestro círculo íntimo. Entiendo que si no hacemos nada a ese nivel, estamos contribuyendo a que las cosas sean peores. Lo que no podemos pretender es influir mucho más allá.

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