Recientemente fui testigo de un acto absurdo que bien podría compararse al refrán aquel que habla de desvestir un santo para vestir otro. Recuerdo que la acción, que me afectaba de manera directa, me provocó una intensa rabia. Lo comenté a varias personas y una de ellas me dijo" no se por qué te molestas si eso no es tuyo".
Ilustración del libro "That's (Not) Mine" de Anna Kang |
¿Saben qué? Tiene razón. Eso no es mío. Y eso me hace cuestionar muchas cosas. Si una cosa no es mía, ¿cómo es que me molesta? Todo sería más fácil si uno recordara que el paso por esta vida es temporal y que realmente no somos dueños de nada.
El párrafo anterior conforma la base de la desidia que vemos a diario en la sociedad a nivel local y global. "Eso no es mío" es la mejor manera de hacerse de la vista gorda, de permitir que se abuse de recursos y de nosotros mismos, y de permitir comportamientos y/o acciones que en algún momento puede ser que nos provoquen algún desencanto.
Como real y efectivamente esto no es mío, no hay ningún sentido en hacer denuncias ni en esmerarse por nada. Total. Nos moriremos todos eventualmente, así que, pa' lante sin amarguras ni preocupaciones.
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