¿Cómo se mide el éxito en redes sociales? ¿Tiene que ver con cantidad de seguidores? ¿Tiene que ver con alcance? ¿Que tal esos índices tipo Klout? No hay respuesta fácil a la pregunta inicial porque en realidad depende de cómo se mire.
Shea-Cahir Consulting |
Cantidad de seguidores, lo mismo que cantidad de likes, retweets y otras formas de apoyo, son estadísticas fácilmente manipulables y que se conocen en ciertos círculos como "métricas de vanidad". ¿Por qué? Porque justamente apelan al ego y no revelan datos concretos acerca del verdadero alcance o impacto de una publicación.
Gente que entra por primera vez al mundo de las redes sociales se impresiona al ver cuentas en Twitter con miles de seguidores. Es más, algunas llegan a tener más de un millón de seguidores. Se impresionan cuando ven que en Instagram algunas cuentas reciben una cantidad extraordinaria de likes en cada foto y aumentan constantemente su número de seguidores.
¿Cómo lo logran? Esa es la primera pregunta que cualquier interesado en crecer en redes sociales se hace. Lamentablemente, la respuesta no es del todo satisfactoria: la mayoría de las veces esas cuentas con números fabulosos han llegado a esos resultados de la manera menos adecuada, ya sea comprando seguidores o inflando sus números a la fuerza al implementar políticas que obligan a su personal a dar apoyo constante a toda publicación realizada.
¿Qué es preferible? ¿Tener 5,000 seguidores de los cuales el 90% son falsos o tener 800 seguidores con una tasa de reales que sobrepasa el 90%? Para fines de impresionar habrá quien diga que los 5,000 seguidores falsos son mejores, pero en términos reales los 800 orgánicos generan más satisfacción y resultados.
A la hora de manejar un blog, página de producto, medio digital y redes sociales, ya sea Facebook, Twitter, Instagram o cualquier otra, lo primordial es enfocarse en contenido y no en cantidad de seguidores o likes. Si el contenido es bueno, esas cosas llegan por su cuenta. Si se sigue el enfoque orgánico es posible que tome tiempo llegar a números impresionantes, pero al menos se tiene la satisfacción de que esos seguidores, likes y demás son ganados en base a esfuerzo real y continuo.
Y como la labia nunca pasa de moda, la mejor arma de defensa cuando alguien diga "esos números son muy pequeños" es hacer las comparaciones de rigor con cuentas explosivas y demostrar dónde está la diferencia. Al final, es con calidad que se sobrevive.
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