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¿Te dejaste usar? Culpable tú

Imagen: SeeKen  Todos en algún momento nos hemos sentidos usados, y, la verdad sea dicha: es una horrible sensación. Llegar a la conclusión de que alguien nos usó, nos manipuló y nos sacó ventaja es desgarradora y cruda.  Sería muy fácil concluir quien usó y manipuló a su antojo es un ser vil y despreciable, pero, muy en el fondo, nosotros mismos somos los culpables por permitir semejante cosa.  ¿Cómo se usa a una persona? Esto requiere por un lado de una persona calculadora y sin sentimientos, incapaz de sentir empatía por nada ni nadie, y por el otro a una persona empática y vulnerable que tiene debilidades como baja autoestima. Esta es la fórmula perfecta para que se dé tan despreciable situación.  El calculador y usurero tiene una amplía maestría en obtener lo que quiere, al costo que sea. La gente que le rodean son como fichas de ajedrez, cada una en posición clave para servir a sus intereses. Una vez esa relación de beneficio unilateral termina...

2020, un año completamente arruinado

Para mucha gente, incluyendo a quien escribe, el año 2020 prometía. En mi caso particular, por ejemplo, inició con el cumplimiento de un viejo anhelo: participar en el CES, las siglas del Consumer Electronics Show que cada año se celebra en Las Vegas; evento de gran trascendencia que marca la pauta de lo que se verá a lo largo del año y más allá en el ámbito tecnológico.  El evento fue un éxito y la experiencia fue enriquecedora a varios niveles. Además de poder experimentar el CES de primera mano hubo oportunidad de conocer gente y proyectos interesantes, así como de entablar relaciones profesionales con representantes de la industria. Vía Tecnológica, mi website de tecnología, y Genoma Digital, el programa que hacemos todas las semanas a través de Facebook Live y que luego sale en televisión, dan testimonio de todo lo que se vio por allá.  El CES se realizó del 7 al 10 de enero. El día de regreso, 12 de enero, ya el tema del coronavirus estaba en los medios de e...

Simplifícate la vida y sé feliz

En este mundo moderno, sobrepoblado e híperconectado es común sentirnos constantemente abrumados porque el tiempo simplemente no da. Entre redes sociales mentirosas que nos venden la idea de que si no somos perfectos hemos fracasado, gente más sensible de la cuenta y el afán de emprender algún proyecto porque si no lo hacemos no estamos en nada, nos vamos quedando efectivamente sin tiempo. A eso hay que añadir los tapones, trabajos demandantes, familia y compromisos y, ¡voilà!: tiempo esfumado.  Una realidad de este tiempo es que se gasta demasiada energía valiosa en disparates, cómo competir con perfectos extraños, lidiar con gente tonta y chismes. Es hora entonces de priorizar y tomar en cuenta lo siguiente: 1. Lo que no deja beneficio, al zafacón. Puede ser un proyecto, una actividad, una costumbre, una amistad o la pareja. Si no aporta, pa’ fuera. 2. Mortificarse por el que dirán es un disparate. La gente tiende a juzgar sin antes averiguar. ...

Yo no me llamo Samuel

Para cualquiera que me conozca o me siga resulta más que evidente que mi nombre no es Samuel, pero el título es una metáfora de algo que sucede a menudo: gente que tiene un problema con una persona en particular pero que no sabe desligar la situación de otras personas que no le han hecho nada. Samuel puede ser cualquiera. Es un nombre al azar que buscar demostrar el punto de que si usted tiene un problema con “Samuel”, “Ana”, “Ricardo” o “Susana” otros no tienen por qué pagar los platos rotos de su mal humor e inconformidad. Es de mal gusto ir por la vida maltratando gente que no tiene la culpa de sus problemas y que quizás podría incluso resultar de ayuda en esos casos. Si usted no sabe diferenciar y trata a todos según su estado de ánimo, entonces váyase a una montaña y aléjese de la civilización. El mundo será mejor lugar así.

La empatía, mal negocio

¿Te identificas con las situaciones por las que pasan personas cercanas a ti? Se trate de un familiar, un compañero de trabajo, la pareja, una amistad o un perfecto extraño que acabas de conocer, siempre te ocurre lo mismo al exponerte: escuchas, comprendes, te pones en los zapatos del otro y, si está a tu alcance, tratas de resolver o, al menos, ayudar.  Esto no es más que una manifestación de empatía, y pese a que el término es relativamente común, su ocurrencia en el día a día no es quizás tan frecuente.  El que es empático por naturaleza no tiene que hacer nada por activar el mecanismo, con toda la carga que ello supone a nivel emocional y hasta de salud mental.  Ayudar al prójimo es bueno, y bien lo recuerda aquel refrán que dice que “es mejor dar que recibir”. El empático no puede evitar entrar en acción la mayoría de las veces, pero entonces hay un problema que el resto de la gente no tiene idea que ocurre: con el paso del tiempo estás personas se desgas...

El tiempo no existe, y sin embargo...

Se trata de una de las grandes contradicciones de la humanidad: el tiempo, según prominentes físicos, no existe, y sin embargo todos los días emprendemos una carrera contra el reloj que nos provoca mucha ansiedad. El tiempo, según la teoría de la relatividad de Einstein, no es absoluto, sino que para cada cual ofrece una percepción y experiencia distintas. Establece igualmente que este elemento es parte del espacio-tiempo, viéndose afectado por la gravedad y la masa.  Fascinante el tema del tiempo desde un punto de vista de la física, pero en el día a día todo lo medimos y calculamos en base al tiempo, siendo notorios sus efectos al cabo de un lapso que podría ser días, semanas, meses o años. Curiosamente todas estas son medidas del “tiempo”, aún cuando este no exista.  Según las circunstancias, el tiempo puede ser tanto nuestro aliado como nuestra pesadilla: es la mejor cura cuando se enfrentan situaciones desagradables y es nuestra cruz diaria en un mundo dond...

Al final, la gente termina descubriéndose ella misma

¿Son tus amigos realmente tus amigos? Lo común es que la gente viva quejándose de lo desconsideradas o aprovechadas que son sus amistades, con múltiples historias de desengaños, traiciones e hipocresía. No hay forma de saber a la primera si esa persona que te anda buscando el lado tiene intenciones puras o bien una agenda oculta en la que tú serías una pieza clave. Solo con el tiempo, a través del trato y luego de compartir en distintos escenarios, es que llegamos a tener una idea de aquello para lo que puede dar (o no) aquel que se identifica como “amigo”. Hay diferentes tipos de amigos. Los hay que te escuchan atentamente y te dan buenos consejos, otros son confiables e incondicionales, siempre ahí para cuando los necesitas, y hay también quienes ofrecen apoyo moral y solidaridad. Por desgracia estas buenas cualidades no siempre están presentes, viéndose igualmente la contraparte de amigos vividores y aprovechados que no lo pensarían dos veces en meterte en un lío o inclus...