Hoy se cumplen 34 años del asesinato del periodista Orlando Martínez, quizás la representación más emblemática de la represión que caracterizó a los 12 años de Balaguer, quien había asumido la presidencia en 1966 en medio de las tensiones características de la época.
En la década de 1970, cuando Martínez destacó como periodista, el país todavía estaba lidiando con las consecuencias de la caída del régimen trujillista y la sucesión de gobiernos efímeros y provisionales que vinieron tras el exilio del doctor Balaguer en 1962, quien había sido presidente de la República desde 1960.
El país vino a alcanzar cierta estabilidad política a partir de 1966, luego de que el gobierno de Bosch sufriera un golpe de estado en 1963, lo que a su vez dio lugar a la revolución de abril de 1965. En medio de tantas tensiones, y con tantos regímenes comunistas en América Latina, fue que Balaguer asumió la presidencia, con la consecuente represión que llegó a caracterizar esos 12 años que duró en el poder.
Orlando Martínez, un joven periodista que escribía para El Nacional de ¡Ahora!, era particularmente crítico del gobierno, y esta audacia la pagó con su vida, aunque Balaguer nunca admitió nada, dejando la famosa página en blanco en su libro "Memorias de un cortesano de la Era de Trujillo". A la hora de su muerte, Orlando tan solo tenía 31 años.
Años, décadas después, en realidad, fueron acusados Salvador Lluberes Montás y Joaquín Pou Castro como autores materiales del asesinato, pero la justicia al parecer sigue estando incompleta en este caso.
En ese tiempo era un niño, pero recuerdo que mi padre llevó a la casa un ejemplar del periodico Ultima Hora. Y a toda página se veia a Orlando Martinez muerto, y algunos periodistas cerca de el, llorando.
ResponderEliminarTengo entendido que Orlando simpatizaba o era de un partido de la izquierda. Pero, sin importar su ideologia, nadie merece ese tipo de muerte.
Y tú, Rocio, te recuerdas de la muerte de Orlando Martinez.
No, eso pasó antes de que yo naciera. Pero es un incidente tan famoso que los detalles nunca se me han escapado.
ResponderEliminar