
Ahora, la mayoría de los padres que envían sus hijos a escuelas públicas, se sienten altamente agradecidos del esfuerzo realizado, y creen que periódicamente se le dará seguimiento durante el año escolar que recién inicia.

El hecho noticioso pudo ser menos escandaloso, si los suplidores involucrados hubiesen tomado decisiones ágiles, efectivas y oportunas, que no dejaran ningún espacio a la duda en la que, el paso de los días parecía, que en la denuncia estaba la razón.
Si fuere necesario replantear una contrapartida en el monto del contrato a suplidores. Porque cumplir los entandares de calidad exigidos por FAO y la Secretaría de Estado de Educación no reporta beneficios suficientes, estoy seguro que el Presidente Fernández hubiese autorizado la solución al caso. Solo resta decirles a nuestros lectores, que no llegamos a pensar que Huchi Lora y Nuria Piera se hayan dejado usar por quienes pretenden desplazar la competencia de forma desleal.
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