En oficinas y grupos de amigos casi siempre sucede lo siguiente:
Si le haces un favor a un amigo, es malo. Si no se lo haces, malo igual. Si no hablas con nadie, eres un antisocial, si hablas, entonces te cogen exceso de confianza y después es peor. Si te muestras muy severo, te andan corriendo, pero si te muestras muy suave, abusan de tí. Si decides compartir tus recursos con otros, das demasiadas facilidades, pero si no lo haces eres un tacaño.
En una oficina, si te sonríes a menudo, es malo porque estás tratando de caerle bien a todo el mundo. Si te mantienes al margen, es malo igual porque eres un antipático. Si te quejas de algo, eres un inconforme, pero si todo lo aceptas, eres un lambón. Si eres mujer y te ven hablando con un hombre, automáticamente te lo pegan de novio y se inventan hasta lo inimaginable. Si se da el caso contrario, ese es un "montro" (monstruo) y le celebran la "hazaña" (aún sin haberla).
Es increíble como la gente se siente herida y/o envidiosa solo porque a otra le facilitan algo que ha pedido. Es increíble como la gente le tranca el paso a gente que no le ha hecho absolutamente nada. Es increíble la actitud que toma alguna gente cuando un hombre y una mujer son amigos. Es increíble que las mujeres todavía lleven las de perder con la doble moral que impera en la sociedad. Es increíble que el chisme sea el alma de una oficina. Es increíble que se critique a una persona por tener decencia y moral.
¿HASTA DONDE LLEGAREMOS?
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(*) Como mandriles, así se comporta la mayoría de la gente (maxwaugh.com)
Rocio este post se conecta con el anterior de la hipocresia de la gente.
ResponderEliminarEn los centros de trabajo es que nos damos cuenta la diversidad de caracteres del ser humano. Cómo muchos estan llevandole la vida a los demás. Y en verdad a veces nos toca trabajar con gente sin escrúpulos y llenos de envidia.
Completamente de acuerdo
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