
Preservemos el espíritu de integridad, entrega y honestidad de este hombre con temple de acero y serena paciencia en un ámbito donde muchos sucumben.
A la vez que hacemos votos por su recuperación, aun si toma la decisión de complacer a su familia, confiamos en que la Dirección General de Aduanas mantenga el estilo impecable dispuesto por Miguel Cocco desde el primer día en que asumió esa responsabilidad.
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